La terapia de grupo resulta especialmente beneficiosa para niños, niñas y adolescentes con dificultades en las diversas dimensiones de las relaciones sociales:
- Que evita el contacto social, con escaso contacto visual hacia los otros, que se aísla, se muestra muy reservado, retraído, introvertido o encerrado en sí mismo.
- Que les cuesta iniciar interacciones sociales o responder asertivamente a los demás.
- Que se muestra temeroso hacia el contacto con los demás, o muy inhibido.
- Que prefiere jugar solo.
- Que presentan comportamientos disruptivos, oposicionistas, desafiantes.
- Que presentan permanentes conflictos y peleas con pares y con figuras de autoridad.
- Que se muestran agresivos, tanto física como verbalmente hacia otros.
- Que presenta dificultad para tolerar cuando las cosas cambian y se muestran rígidos en sus relaciones, baja tolerancia a la frustración.
- Que se muestran muy ansiosos, constantemente demanda atención de maneras inadecuadas.
- Que presentan dificultades para compartir o respetar turnos.
- Impulsividad, dificultades para pensar antes de actuar.
- Distractil, le cuesta mantenerse “conectado” con los otros.
- Hiperactivo, que presenta dificultad para integrar los estímulos sensoriales, que se sobre estimula fácilmente, le cuesta regularse y presenta un nivel de actividad muy alto.
- “Pequeño adulto” o “viejo chico”: que intenta controlar el ambiente, que se niega a recibir cuidado y asume un rol de adulto tendiendo a dirigir a los demás.
- Que depende excesivamente de los otros, que es “pegote”, de llanto excesivo, que le cuesta separarse, y le cuesta trabajar de manera independiente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario